Un buen cuidado de la piel – incluyendo protección solar y una limpieza suave – puede mantener tu piel sana y brillante.
¿No tienes tiempo para un cuidado intensivo de la piel?
Todavía puedes mimarte a ti misma acentuando lo básico. Un buen cuidado de la piel y un estilo de vida saludable pueden ayudar a retrasar el envejecimiento natural y a prevenir varios problemas de la piel.
Empieza con estos cinco consejos:
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Protégete del sol
Una de las formas más importantes de cuidar la piel es protegerla del sol. Toda una vida de exposición al sol puede causar arrugas, manchas y otros problemas de la piel, así como aumentar el riesgo de cáncer de piel.
Para una protección solar más completa:
Use protector solar de amplio espectro con un FPS de al menos 15.
Aplica el protector solar generosamente y vuelve a aplicarlo cada dos horas, o más a menudo si está nadando o transpirando.
Busca la sombra. Evita el sol entre las 10 a.m. y las 4 p.m., cuando los rayos solares son más fuertes.
Usa ropa protectora. Cúbrete la piel con camisetas largas, pantalones largos y sombreros.
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No fumes
Fumar hace que la piel parezca más vieja y contribuye a las arrugas. Fumar estrecha los pequeños vasos sanguíneos en las capas más externas de la piel, lo que disminuye el flujo sanguíneo y hace que la piel se vuelva más pálida.
También hace que se agote el oxígeno y los nutrientes que son importantes para la salud de la piel.
Fumar también daña el colágeno y la elastina, las fibras que dan a la piel fuerza y elasticidad.
Además, fumar aumenta el riesgo de cáncer de piel de células escamosas.
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Trata la piel con suavidad
La limpieza y el afeitado diario pueden afectar a la piel. Para mantenerla suave:
Limita el tiempo de baño. El agua caliente y las duchas largas eliminan los aceites de su piel. Limita el tiempo de ducha y usa agua tibia en lugar de caliente.
Evita los jabones fuertes. Los jabones y detergentes fuertes pueden quitarle la grasa de la piel. En su lugar, elije limpiadores suaves ecológicos y sin químicos.
Protege y lubrica tu piel, aplica cremas hidratantes, gel de afeitar, etc.
Sécate con toques suaves con una toalla después de lavarse o bañarse.
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Consume una dieta saludable
Una dieta saludable puede ayudarte a verte y sentirte mejor. Come muchas frutas, verduras, granos y proteínas magras.
Algunas investigaciones sugieren que una dieta rica en aceites saludables o suplementos como Septomida como solución para la limpieza y protección de la piel.
Beber mucha agua ayuda a mantener la piel hidratada.
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Controla el estrés
El estrés puede hacer que tu piel sea más sensible y desencadenar brotes de acné y otros problemas de la piel.
Para fomentar una piel sana, y un estado mental saludable, toma medidas para controlar el estrés.
Duerme lo suficiente, realiza algun deporte y dedica tiempo a hacer las cosas que te gustan.